Las mascarillas se han convertido en un elemento más del ‘outfit’ diario. Un complemento que, al igual que otros, se rige cada vez más por las tendencias en moda.
Pero, las mascarillas no son un complemento más, sino que cumplen una función muy determinada en la situación actual de pandemia: evitar la propagación del Covid-19.
Las mascarillas por tanto, evitan la propagación del virus, pero también pueden afectar a la capacidad de comunicarse, y suponen un reto para aquellas personas que necesitan ver los labios para entender la conversación.
Los ojos si quedan al descubierto, y como dijo Shakespeare, “son como las ventanas del alma“, y son las que nos van a aportar una gran información.
Intentamos tener una normalidad, dentro de la situación que estamos viviendo, y nuestras emociones, que son las que determinan como nos entendemos con las demás personas, se pueden interpretar a través de los ojos.
Podemos extraer información de los ojos de las personas que nos rodean, y con esta información ayudarnos a analizar las emociones y empatizar con ellos.
En estos momentos en que se imponen las mascarillas, no hay duda de que podemos saber si una persona está sonriendo mirándola a los ojos. Hay que seguir sonriendo !!! Las sonrisas son muy importantes en estos momentos de pandemia, nos ayudan a sentirnos mejor.
Las mascarillas también generan un problema añadido a su uso, y que supone un grave problema medioambiental por la generación de residuos.
Guantes desechables, mascarillas y otros equipos de protección individual, son fundamentales para quienes están luchando contra la pandemia, pero también son utilizados por el público. Y debido a que no siempre se eliminan adecuadamente, han empezado a tener consecuencias negativas para la naturaleza y la lucha contra la contaminación por plásticos.
Sin embargo, cuidarnos y cuidar el medioambiente no es incompatible, de ahí que desde strambótica, hayamos fabricado mascarillas de tela lavables y reutilizables.
No se puede confrontar la salud con el medio ambiente, ya que estamos hablando de materiales de uso imprescindible para evitar el contagio, pero también tiene que imperar el sentido común, y ser conscientes de que es importante depositarlas en el contenedor general, al que echamos todo aquello que nos se recicla, nunca en el contenedor amarillo o cualquiera de los otros destinados a la recogida selectiva.
Esperamos que esta situación sea temporal, pero a pesar de ello, tenemos que conseguir concienciarnos de que hay que seguir manteniendo y luchando por mantener limpio nuestro planeta, que va a repercutir sin duda en nuestra vida.
Responsabilidad al ponernos la mascarilla, y responsabilidad al quitarlas.
Y no olvides, no dejes de sonreir !!
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