La alimentación ecológica, también llamada orgánica o bio, está de moda. Cada vez son más los consumidores que apuestan por alejar de su dieta aditivos, pesticidas, antibióticos y cualquier químico añadido, lo que ha dado lugar a un nuevo concepto, la llamada quimiofobia. Para muchos, como el doctor en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Valencia, JM Mulet, “se tiende a pensar erróneamente que existe una especie de verdad en la naturaleza que hace que lo natural sea mejor que lo artificial”, lo que da lugar a la demonización de ciertos productos, que a su vez provoca “que se pongan de moda otros y haya gente que se enriquezca por el camino”.
Otros, como Núria Coll, responsable de la web Ets el que menges y creadora del festival de alimentación saludable Cómo Como Festival (Barcelona), consideran que existen intereses de sobra para poner en cuestión los beneficios de una cesta de la compra ecológica.
Se tiende a pensar erróneamente que lo natural es mejor que lo artificial”
JM MULET Doctor en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Valencia
Para la dietista-nutricionista y licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Beatriz Robles, el tema de la alimentación bio es un terreno pantanoso. “No se puede afirmar desde un punto de vista científico que los alimentos ecológicos sean más saludables, ni que los fitosanitarios o los medicamentos autorizados por la Comisión Europea y revisados por la EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos) tengan repercusión en nuestra salud empleados en las dosis permitidas, pero sí que es cierto que desde el punto de vista del bienestar animal los alimentos eco tienen que cumplir requisitos más estrictos. Sin embargo, es más interesante optar por cualquier producto de proximidad que dinamice el comercio local, respete el medio ambiente y tenga en cuenta el buen estado de los animales”.
Es más interesante optar por cualquier producto de proximidad que dinamice el comercio local, respete el medio ambiente y tenga en cuenta el buen estado de los animales”
BEATRIZ ROBLES Dietista-nutricionista y licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimento
En un estudio publicado en 2018 a partir de un total de más de 84.000 muestras, la EFSA concluye que mientras que un 4% de los alimentos convencionales superaban el LMR (límite máximo de residuos), en los ecológicos la cifra se reducía al 1,3%, un porcentaje, recuerda la institución, “significativamente más bajo”.
Mulet coincide: “Uno de los fallos del reglamento de producción ecológica es que no indica nada sobre los kilómetros que ha recorrido un producto desde su producción hasta su consumo”.
La EFSA asegura, sin embargo, que el producto que llega a nuestra despensa cumpliendo a rajatabla la normativa es seguro, ya que “no llegan los residuos de los pesticidas, o no lo hacen de forma relevante”, explica JM Mulet.
La EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos) asegura que el producto que llega a nuestra despensa es seguro
Robles va más allá. Para ella, es necesario “dejar la quimiofobia a un lado y entender que los productos frescos no ecológicos a los que tenemos acceso en el súper no solo no son malos para la salud, sino que tampoco son, por fuerza, menos sabrosos”. No existen, asegura, diferencias sustanciales a nivel organoléptico entre un producto ecológico y otro que no lo es, ya que “el sabor de un alimento depende, entre otras cosas, de la variedad empleada, de la carga genética de la semilla”.
También señala otra creencia muy extendida sobre las frutas y verduras procedentes de la agricultura convencional: “el hecho de que sean más bonitas no significa que se hayan elaborado con extraños mecanismos genéticos, sino, sencillamente, que se tiran las feas”. Y eso es culpa, asegura, del consumidor contemporáneo, cada vez más exigente, que demanda cierta uniformidad y buen aspecto en la comida.
Si tenemos en cuenta la calidad nutricional de los productos ecológicos en comparación con los no ecológicos, diversos estudios científicos coinciden en señalar que no se encuentran diferencias sustanciales. La London School of Hygiene Tropical Medicine concluyó en una investigación de 2010 que “no existe certeza sobre los beneficios nutricionales de consumir alimentos orgánicos”, mientras que el American Journal of American Nutrition afirmaba en 2009 que “no existe evidencia de diferencias en la calidad nutricional entre los alimentos producidos de forma orgánica y los convencionales”.
La Universidad de Stanford, sin embargo, concluyó en 2012 que si bien no se hallan evidencias científicas de que la alimentación orgánica es significativamente más nutritiva que la convencional, sí es cierto que “el consumo de productos orgánicos puede reducir la exposición a residuos de pesticidas y de bacterias resistentes a antibióticos”.
2 comments on “¿Es más saludable comer productos ecológicos?”
tienda bio online
Es muy interesante lo que se menciona en el articulo, yo desde hace una temporada estoy intentando comprar siempre en los comercios de mi pueblo, antes que en las grandes superficies. Últimamente en mi cocina solo hay productos bio, y se nota la diferencia. Muy buen post!
strambótica
Hola!
Gracias por tu comentario. Nos alegra que te haya servido la información que damos en nuestro Blog strambótico.:))